Hoy comprobaré una vez más, que los comentarios que suelo colgar no tienen ningún trasfondo político, y es que no hay que pertenecer a algún partido de izquierda o simpatizar con ciertas ideologías para darse cuenta de que en este país el grupo que se encarga de gobernarnos, aparte de tener debilidad por el dinero fácil y el poder, también les encanta servir al imperio de los EE.UU y ser cómplice de las acciones que atentan contra la soberanía y la paz interna de un país hermano como Honduras.
Voy a ser totalmente objetivo con la siguiente recopilación de información y las conclusiones que voy a sacar de estás. Hace poco más de 3 meses en Honduras se dio un hecho lamentable, el presidente Zelaya fue víctima de un golpe de estado, todo a causa de una encuesta que quería hacerle al pueblo sobre unos negociados referidos a la privatización, fue sacado del país y exiliado en Costa Rica. Pero fue un golpe de estado atípico, dado que dos días después del derrocamiento de Zelaya, los militares concedieron el poder de ejecutivo de aquel país, al sucesor que le seguía al presidente constitucionalmente, el cual tiene vínculos comprobados con los partidos conservadores y de tendencia capitalista neoliberal de Honduras, y con empresas estadounidenses.
La noticia obviamente causó el rechazó y el repudio, manifestado públicamente, por casi todos los países de Latinoamérica, nuestro país fue una de las lamentables excepciones. Partiendo del presidente, seguido por todos los representantes de los cargos públicos y terminando con la prensa, nadie se pronunció en contra de ese atentado contra la “democracia” en Honduras, pero cuando en Bolivia y Venezuela se llevaron acabo referéndums, los cuales son mecanismos democráticos, salieron muchos políticos y periodistas a rechazar, dando gritos al cielo, alegando que dichas consultas populares eran estrategias sucias propias de un gobierno antidemocrático y de orden dictatorial. Y ahora cuando se a dado un atentado en contra de los derechos del pueblo de Honduras, donde de manera ilegal se le quita del cargo a un presidente, nadie dijo nada.
En estas últimas semanas Brasil de manera voluntaria procedió a tratar de solucionar la crisis en el país centroamericano, respaldado por Argentina y Chile, tratando de restituir al presidente elegido democráticamente José Santo Zelaya. Y el gobierno peruano en silencio absoluto, sobre la postura política que a tomado nuestro vecino. Como dicen a veces es mejor no meterse en problemas ajenos y podría entenderse la posición del ejecutivo, pero de ahí a negociar y entregar armas a los golpistas en Honduras eso si es totalmente repudiable. En un video hecho por el gremio de cineastas de dicho país, se muestra como es que los militares y policías pro golpistas atacan brutalmente las zonas más populares, y sin importar si dentro de ellas exista la presencia de niños, mujeres y ancianos, se han logrado encontrar bombas lacrimógenas con el símbolo de la policía nacional del Perú.
Creo que no tengo que politizar el tema, para darse cuenta de la obvia inclinación del gobierno, en vez de apoyar de manera irrefutable la intención de Brasil por restablecer la democracia en un país hermano, apoya al lado golpista de dicho enfrentamiento.
Y tienen la “concha” de llamar antidemocrático a los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales y de Fidel Castro.
VIVA LATINOAMÉRICA LIBRE !!!
Voy a ser totalmente objetivo con la siguiente recopilación de información y las conclusiones que voy a sacar de estás. Hace poco más de 3 meses en Honduras se dio un hecho lamentable, el presidente Zelaya fue víctima de un golpe de estado, todo a causa de una encuesta que quería hacerle al pueblo sobre unos negociados referidos a la privatización, fue sacado del país y exiliado en Costa Rica. Pero fue un golpe de estado atípico, dado que dos días después del derrocamiento de Zelaya, los militares concedieron el poder de ejecutivo de aquel país, al sucesor que le seguía al presidente constitucionalmente, el cual tiene vínculos comprobados con los partidos conservadores y de tendencia capitalista neoliberal de Honduras, y con empresas estadounidenses.
La noticia obviamente causó el rechazó y el repudio, manifestado públicamente, por casi todos los países de Latinoamérica, nuestro país fue una de las lamentables excepciones. Partiendo del presidente, seguido por todos los representantes de los cargos públicos y terminando con la prensa, nadie se pronunció en contra de ese atentado contra la “democracia” en Honduras, pero cuando en Bolivia y Venezuela se llevaron acabo referéndums, los cuales son mecanismos democráticos, salieron muchos políticos y periodistas a rechazar, dando gritos al cielo, alegando que dichas consultas populares eran estrategias sucias propias de un gobierno antidemocrático y de orden dictatorial. Y ahora cuando se a dado un atentado en contra de los derechos del pueblo de Honduras, donde de manera ilegal se le quita del cargo a un presidente, nadie dijo nada.
En estas últimas semanas Brasil de manera voluntaria procedió a tratar de solucionar la crisis en el país centroamericano, respaldado por Argentina y Chile, tratando de restituir al presidente elegido democráticamente José Santo Zelaya. Y el gobierno peruano en silencio absoluto, sobre la postura política que a tomado nuestro vecino. Como dicen a veces es mejor no meterse en problemas ajenos y podría entenderse la posición del ejecutivo, pero de ahí a negociar y entregar armas a los golpistas en Honduras eso si es totalmente repudiable. En un video hecho por el gremio de cineastas de dicho país, se muestra como es que los militares y policías pro golpistas atacan brutalmente las zonas más populares, y sin importar si dentro de ellas exista la presencia de niños, mujeres y ancianos, se han logrado encontrar bombas lacrimógenas con el símbolo de la policía nacional del Perú.
Creo que no tengo que politizar el tema, para darse cuenta de la obvia inclinación del gobierno, en vez de apoyar de manera irrefutable la intención de Brasil por restablecer la democracia en un país hermano, apoya al lado golpista de dicho enfrentamiento.
Y tienen la “concha” de llamar antidemocrático a los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales y de Fidel Castro.
VIVA LATINOAMÉRICA LIBRE !!!
JoSé!!!